Siempre con vientos contrarios
voy navegando en tus mares,
uno más de tus canarios
que merodean tus lares.
Ruegos, plegarias, cantares
y aromados incensarios
hacen de perlas collares
y de collares rosarios.
Novenas, exvotos, llantos.
Lágrimas, golpes de pecho,
invocación a los santos
y yo sigo tan maltrecho...
Salmos, celadas, asecho,
ayunos, penas, quebrantos,
insomnios sobre mi lecho,
sólo delirios y espantos.
Y cada vez más te alejas
y yo más triste me quedo
y cada vez que me dejas
más sólo, más ya no puedo.
¿Seremos incompatibles
tal vez? ¿será que nacimos
para el amor invisibles
y callar lo que sentimos?
¿Será que nos confundimos
de tiempo, de circunstancias
y como flores fragancias
diferentes despedimos?
No lo sé; pero navego
siempre con vientos contrarios
que sólo son necesarios
para decirte: "hasta luego..."
Heriberto Bravo Bravo SS.CC