Hubiera sido YO
Como se acostumbra aquí en México,
Me acompañó mi madre a pagar un dinero
Para dejar apartada la iglesia donde
Se llevaría al cabo, mi enlace matrimonial
Afuera de la iglesia, al llegar nosotras a ella,
Se encontraba el sacerdote y dos monaguillos.
¿Qué está usted padrecito, haciendo afuera?
"Nadie se va a casar por lo visto", respondió
Miré a los ojos del padre, me volví a mirar
A mi madre, y presintiendo algo feo le dije:
"Madre, que no me vaya a pasar a mí lo mismo"
"Desconfianzas no, hija mía, faltan cuatro meses".
Los preparativos siguieron y dichosas por el
Feliz acontecimiento, vinieron también las
"despedidas de soltera", en una de ellas narré
este episodio y abrazándome todas rieron,
Poco tiempo después, ya todo preparado,
Se debe de haber quedado el sacerdote
y sus monaguillos afuera una vez más
de la iglesia a la espera de la feliz pareja
Los contrayentes como el día que se apartó
Esta misma iglesia, ¡no llegaron!, se quedaron
Solamente los monaguillos y el sacerdote
Con la mirada en el horizonte perdida
Y de los novios sólo se supo su ausencia
Lo mismo que el día que fui a apartarla
Se debe haber quedado sola la iglesia
esperando a la novia quien nunca, ni por
asomo llegó... pues esa novia,
¡Hubiera sido YO!
Lara Elra Cira
Queriendo hacer poesía
sólo puedo hacer relatos