No soy el mismo de ayer....
ni en cada segmento de mis venas sedentarias,
requien al último hombre que fue
una máscara entre paredes parlamentarias,
y si tanto he renegado de ser la utopía
de ideales puros, de frases sin pronombres,
de huesos que llenaron mis travesías
de mil historias inventadas en mi nombre,
y hoy, dulce mujer, que me has cambiado
hasta el último rasgo de mi conciencia,
te digo del orgullo que sienten mis costados
cuando lates tus dedos en mis interferencias,
que de haber sido lo que fui en el pasado
la violencia, el vicio y la intemperancia,
el escombro que nadie jamás hubiera juntado
el maloliente servidor de musas y fragancias,
y hoy, dulce mujer, que me has acercado
la belleza interna, de diéresis y diatribas...
cual el juego de un ajedrez, me has jaqueado
y el rey a tus pies...te entrega su vida.
"..R.N..."