Todo el vacío se resume en el hueco de tu ausencia, y las palabras quedan sordas, sin tu boca, sin existencia.
Sigo esperando esa mentira, sigo esperando que vuelvas, sigo esperando a ese día, ese día en el que tú llegas.
Los colores pierden la sonrisa, son sólo grises fúnebres que danzan sin bailar, la alegría es una caricia que siguió tus pasos, y por aquí no ha vuelto a asomar.
Mi pulso inerte a veces resucita a tus recuerdos, y moribundo consiente un vago latir,
pero entonces huyes tú de ´nuevo,
y la vida se escurre de mi cuerpo, y entonces dejo de sentir.
No entiendo la existencia sin tu mirada, no me entiendo sin tí, no concivo una sonrisa si no la comparto contigo, no puedo con un yo sin tí.
Esta nueva vida es un comienzo, si, el comienzo de una muerte lenta, en lo que dejo de ser yo y tus caricias, yo y nuestros momentos, un yo para tí.
Y no comprendo esta vida
que da y quita de un porrazo, no, estas muchas palabras son.