Cupido lanzó una flecha al azar,
sin rumbo ella se fue a clavar
en el corazón de un joven soltero,
que andaba solo por un sendero.-
Casi de noche a una aldea él llegó
y en un humilde mesón se hospedó,
al alba, el canto del gallo al clarear
de su feliz sueño le hizo despertar,
al abrir la vieja ventana, lloviznaba
y el ambiente olía a tierra mojada.-
Al poco rato bajó a desayunar,
le atendió una bonita camarera
hija del mesonero del lugar
luciendo una hermosa cabellera.-
Le dijo que estaba sola en el mesón,
pues su padre había ido a recolectar
las frutas y hortalizas de la plantación
y tardaría un par de días en regresar.-
Toda la tarde estuvo lloviendo
contándose cada uno su vida,
se la pasaron hablando y riendo
mientras fuera la lluvia caía.-
Locamente de ella se enamoró
y con dulzura, su amor le declaró,
ella le contestó con una pícara sonrisa:
"Si te quedas esta noche en el mesón,
cerraré puertas y ventanas deprisa
y te esperaré impaciente en mi habitación.-
(Abril 2014 - JOMCI)