Donde estaba Shakespeare
llegó Borges papel en mano
le digo; ¡al fin ya tanto te esperé!
¿Qué me trajiste hermano?
Según Noceda es; un ensayo.
Ahí acordaron que Noceda
resulta ser paraguayo
y le enviaron una cerda.
Llegó con su cara de marrana
entonces él le puso: Curé.
Al mal gusto, o a la broma
Dijo: para esos vates, chancho seré.
Le mandaron dos grandes a su casa.
Él cuando llega visita esconde
su gnosis de percepción es escasa,
en Los polvorines vive como conde.
Curé conoció al cerdo verso,
que era un marrano
como de otro universo;
los pies son iguales que las manos
y del estómago salía su cola,
su cerebro es descomunal,
las orejas son dos bolas
y el hocico, es un pico de zorzal,
su apetito al sexo es tremendo
Curé sucumbió a sus encantos
siempre tan estupendo.
En tanto que el poeta con sus cantos
hizo fama en el planeta,
su maleta es su casa
él aun viaja en carreta,
su ambición es escasa,
como noble caballero pesa.
Le hicieron tanto bien
el envío de Curé obesa,
en la humorada se pliega también,
no es por nada estos recuerdos;
qué Noceda resultó
ser la cruza de ambos cerdos,
por su excepcional similitud.
Exaltó sus poemas entre los grandes,
hoy dan vueltas por el mundo,
a ésta raza se le llama duende,
hoy más que ayer, en hora y segundo.
Shakespeare y Borges son amigos
(solamente a mi parecer),
creo que Noceda es testigo
de este magno acontecer.
Ayer vinieron a verlo argentinos,
¿Cuánta verdad habrá en este relato?
habría que preguntarles a los vecinos,
leer lo que escribe Noceda es un plato.
Autor: Alcibíades Noceda Medina