Hace calor,
voy sudado
y oliendo a cerdo,
anoche no podía dormir
y para un trabajo que sale,
un chapucillo como se llama por aquí,
se me pegan las sábanas.
Voy cansado,
estaba deseando que llegase la hora de salir.
Por la calle apenas veo gente,
y entre la poca que hay
soy el único que lleva la ropa sucia,
aún así soy afortunado.
Mi compañía en el trayecto
un cigarro triste y arrugado,
y la conversación con mi mente hoy
digamos que no es muy buena.
El sol se pega a mi nuca,
un gato rebuscando en la basura
me mira con desgana,
conozco esa mirada,
es la misma que pongo yo
cuando me cruzo con algún que otro fantoche barato.
Ya estoy cerca,
casi he llegado a mi destino,
estoy deseando llegar a casa,
quitarme estos zapatos rotos y manchados,
ducharme,
y no volver a salir en todo el día,
estaba deseando escribir algo como esto,
como si realmente tuviese importancia. . .