Aquella casa que vi, En la cima de la montaña. Me lo revelo un sueño, De una linda mañana. Verdor en sus praderas, Capullos y rosas. En aquella rosaleda. Un parral a su derecha, Y una bella laguna a su izquierda. Segui caminando y con la mirada, Vi aquella vieja carreta. Plasmando su presencia, Con flores de trinitaria. Aromando cada pedazo, A los arboles frondozos. Protegiendo con sus sombras, Cada escena paisajera. De aquel lienzo sin palabras, Mirando cada trozo. Y el alto pasto cubria, El ambiente mas hermoso. Las mariposas posaban, Con matices esplendorosos. Los caballos relinchaban.... Como potros amorosos Entre a la casa del sueño, ¡Todo parecia Perfecto! Hecho por las manos de su dueño, Cada rincon electo, Tenia sabor a viejo. Como aquel tinajero, Y el colgador de sombrero, Los tendidos de tintorero, Tantos antiguos objetos. Y muebles viejos... Que fueron detallando mis ojos. ¡Segui con la mirada! Caminando aquellos pasillos, Paredes sobadas, De suaves amarillos, Corredores largos... Helechos que guindaban. Pajaritos que paseaban, Mirando su nido, Recuerdos sin olvido, Nada lo tengo perdido, Como los tejidos teñidos. Buscando mas de ella. Encontre una linda fuente, LLena de agua, Mojando mi frente Refrescando el dia, Escuchando una tonada alegre, De suave melodia, Bajo el sueño me acaricia, Una hermosa poesia, La casa de los sueños, ¡Es la casa mia! SOL.