Celos de ti, tengo celos rabiosos
de tu sonrisa, de tus negros ojos
veo cuando le hablas, como la miras
¡Ay! como me duelen vuestras mentiras.
Ojos de malicia, mirada impura,
a veces acaricia, otra desnuda
cuando me miras, presiento que avalas,
la certera daga, que me apuñala.
Imagino manos sobre tu cuerpo
y siento tu carne que se estremece
pero cuando te desean mis manos
dime amor, ¿porque esto no te acontece?
Podría adivinar tus pensamientos
para cuando de mi emoción se trata,
pero cuando sueñas, duermes con la otra
y un estremecimiento me arrebata.
Embebida de amor y confundida
temblorosa por mis ardientes frases
me deseas cariñosa y anhelante,
de tus labios carnosos y distantes.
De que me sirve niña, tu cariño,
hueco en tu hermoso cuerpo de rocío
si los sentimientos, vuelan de tu alma,
se los lleva ella, hasta el infierno mío…