Afuera veo la lluvia que choca en el cristal,
Así como mi sueño se estrella contra el mal,
El mal que me dejaste en esta triste soledad
Que agobia mi existencia cada día sin piedad.
Y lloro como un niño al saber que ya no estás,
Me duele esta distancia que me habita sin cesar.
Me aferro a tu recuerdo y me hace daño recordar,
¡Que importa si ahora vivo, si vida ya no hay!
El tiempo es tan ingrato con su lento caminar,
Las noches son tan largas que se van solo en pensar,
Ayúdame, Dios mío, ayúdame a olvidar,
Al menos dame el sueño del nunca despertar.
Quizás, amigo mío, un día me dirás:
-
La vida no es tan mala y debemos continuar
-
Las cosas que ahora pasan el tiempo borrará
-
Resígnate y espera que todo pasará.
Que fácil es la vida cuando hay felicidad,
Que bella es la existencia si tienes libertad,
Pero que negro es todo cuando alguien se te va,
Y no se encuentra el modo de hacerla regresar.
En fin, estoy mirando la lluvia en el cristal,
Llorando como el cielo en esta horrible tempestad,
No espero nada ahora, quisiera solo estar,
Mirando en la ventana, mi presente y mi final.