El azul horizonte, allá a lo lejos,
dos almas confundidas en un beso,
dos cuerpos casi unidos y perplejos,
los contornos, sobados en exceso.
El aire en su regazo, el perfume
de playa, amor y mieles va cargando,
la pasión a raudales se consume,
en la noche, el silencio va vagando.
El viento con furor riza las olas,
y música al silencio va poniendo,
mientras cubre con sábanas de espumas
regala en retirada caracolas, que en los amantes forman un atuendo,
entre tanto… los oculta la bruma
® Susana Valenzuela
25-09-09