Quiero contarte noche, a ti que me escuchas, que ya no me quedan fuerzas.
Me venció la amargura, que mi alma se ha hecho jirones, que me venció el tedio y me embargo la locura.
Quiero noche, a ti mi fiel compañera, dedicarte estos versos, tu que consuelas mi llanto, que me arropas con tu manto, que mis ojos se iluminan con tus estrellas.
Que ya no tengo nada porque luchar, que he perdido todas las batallas, que ya no me queda llanto y mi corazón esta lleno de llagas.
Por eso, si hoy no hablo contigo, no es que ya no te quiera, es que no tengo fuerzas para seguir vivo.