En una casa de luz roja
Conocí a esa mujer vestida de rojo,
Era un capullo, una rosa,
Paredes y barras todas de blanco.
La quise al verla por primera vez,
Y sus negros labios,
Con miradas simples y palabras que engañan,
La gravé.
Un mes viví de colores claros,
Que entre blanco y negro me canse,
Me fui de su casa y en cruce en mi cuadra
Me volví y mire.
Ni roja, ni blanca, ni negra, ni rosa asomo,
Y seguí.
Busque a mi reina en mi casa blanca ,
Abrí las puertas, cerré mi mente
Me deje volar, y llego
Me miró, sonrió,
La amé,
Me amó.