Aquel hombre de la calle, pobre y desaseado, de barba larga y maloliente, nadie lo mira!! nadie lo acoge, mientras pide, un mendrugo, el tiempo, pasa a ser su verdugo. Duerme bajo los puentes, se tapa con cartones, y sufre, montones, pero a Dios hace una plegaria, que le mitigue, el sufrimiento, para que pase este tormento. El hombre de la calle, es nuestro hermano, seamos solidarios!! demosle una mano, y a fin tenga un hogar, digno y limpio, donde pueda comer, y también reposar. Desde el fondo del alma, digamos, que no haya pobreza, habiendo tanta riqueza, y ayudar, a tanto desvalido, en este mundo tan sufrido.- OSIFAZ- VALDIVIA - CHILE.- 7 -Septiembre -2009.-