Es horrible pensar en ella,
en la muerte, en esa soledad,
que se pierde del brillo de la estrella,
que se espera con el paso de la edad.
Ella, que no discrimina para nada,
de la cual, ni de puntitas escapamos,
que con nuestra vida, ya se trae atrapada,
y a su lado para siempre nos quedamos.
Ella, que se refleja en el espejo,
en la voluntad de un ser supremo,
o en la cobardía de algún tipejo,
ya sea uno joven, o uno viejo.
Ella, que en verdad es inspiración,
miedo, respeto, y mucho pavor,
porque no se parece en nada al amor,
ella simplemente te para el corazón.
Es ella, que en momentos así,
le pone a la vida un sabor a muerte,
que te llegará, y también a mí,
y no será hoy, si corremos con suerte.