En cada callejuela.

Allí estás rodeada de insolencia
la misma que me dió un halo vagabundo
y yo en tu vigilia vistiendo de presencia
los versos de este ser, solo e iracundo.
Y en cada callejuela que asoma a la cortada
el amplio despertar me sume en ostrasismo
y allí estás tan mía de voces y miradas
que simulas perderte y me encuentras ahora mismo.
No creas en mis ojos, ya los has perdido
allá donde el dolor presupone fatalismo
tendrás en tu pasado la carga de este olvido
y en cada callejuela me encuentras ahora mismo.