14 de Mayo de 1980.
Por siempre estaras en mi grabado,
por la ignominia
con que en nuestra historia, fuiste escrito.
Y el profundo dolor, que por siempre,
a muchos nos has dejado.
Desde Dulce nombre de Maria,
que nos movilizaramos rapidamente al rio Sumpul,
fue la orden del comunicado.
Movernos fue dificil,
pues el ejercito, con su sed de sangre,
andaba por todos lados.
Rapido corrimos hacia el nor-este,
desplazandonos furtivos, laderas abajo;
y aun que la orden,
el por que?,
de nuestra presencia no detallaba.
Impactantes fueron las imagenes,
ver cuerpos de ancianos, infantes y mujeres, mutilados, flotando rio abajo.
No se si ustedes se habran percatado,
que luego de una grande calamidad,
sobreviene un momento, de lugubre calma;
pero ese dia fue
tan largo, tan profundo y doloroso,
que al sacar los cuerpos
que otras manos rio arriba,
no pudieron retirarlos.
Con cada lagrima contenida
junto a mis compañeros,
y luego al abrir las fosas,
donde presurosos, hubimos de depositarlos;
me jure que algun dia,
cuando el enemigo hubiese sido derrotado,
a mis memorias acudiria,
y por cada uno de los 15 cuerpos que solo yo saque,
igual numero habria de llorarlos.
Y saben que?..
Nuestra comandancia se alio con el enemigo,
y hasta el dia de hoy,
mi promesa no he podido cumplir.
Asi que con este triste canto,
he querido recordarlos.
A todos los inocentes que fueron masacrados,
por los ejercitos de Honduras y El Salvador.
En el medio del Rio Sumpul.
Chalatenango, El Salvador.