Sonrío, solo atino a leer tu carta
llena de excusas y de despedidas,
ausente me siento de tu idilio
de estación rotunda, vaga y perdida.
Sonrío con el gesto que a ti te gusta
envuelto en silencios de trotamundo
con el pecho asido a una partida
con mis manos muertas de loco iracundo,
Sonrío cuando preguntas quien existe
realmente en mi cuerpo ya consumido
ah! si no me conoces, si no me viste
para que amaste a este hombre escondido?
Sonrío de tanto reproche de sexo dormido
si sé que sabes que unicamente
me ha pasado solo contigo
que nunca esquivé el mar de las caricas
que mis otros amores halagaron
mi instinto,
que en lo simple del viento
estaba el destino...
Sonrío despierto porque tal vez, hoy dormido,
deje de soñarte por un largo tiempo,
sigue tu vida, bella, que en definitiva,
es mucho mas fácil dormir en las sedas
que esa costumbre de querer la rutina
será el desgaste de un futuro perdido,
contando a tus nietos la aventura que queda,
yo mientras tanto decirte quisiera
que te he amado como a pocas en la vida
jungándome entero por una nueva ventana,
por cada segundo que abandonaste y quiera
este verso que escribo,esta sangre no muera
en falsos prejuicios que llores mañana!