Llovían los poemas,
lágrimas del alma,
lágrimas amadas,
en las noches de soledad.
Llovían los poemas,
cuales rosas perfumadas,
bendiciendo amor,
llovían de mis manos,
tornándose en mares,
de besos puros,
de caricias tiernas,
y llovían las nostalgias,
estrellas de esperanzas,
y lunas plateadas
salían de mi alma,
cuales gotas de lluvia.
Llovían poemas,
de mis ojos húmedos,
llovía el amor,
entrelazando los cuerpos,
en el verso del suplicio.
Lluvia de tinta,
germinaba la semilla,
del bello rosal
que salía de mi corazón.