Maestra por siempre

I

Maestra de mi infancia, bastión de sabiduría

tú me enseñaste a ver, a soñar, a imaginar,

con mucho cariño, guiaste mi ser y mi mano

para que las letras y formas pudiera a trazar.

II

Tus ojos brillaban cuando logré leer, lo noté

tu sonrisa me llenaba de orgullo y felicidad,

abriste un mundo de conocimientos infinitos

permitiéndome la magia de la palabra escrita.

III

Hoy, años después, aún recuerdo tu voz

tus enseñanzas, guían mis pasos hasta hoy,

maestra querida, yo te rindo este homenaje

por ser la fuente de luz que ilumina mi viaje.

IV

Gracias por creer en mí, por no dejarme caer

por ser la mentora que me enseñó a crecer,

eres y serás siempre un fuerte pilar en mi vida

aunque lastimosamente yo nunca te lo dije.