Poesía mía, compañera inseparable
Hoy siento que la soledad me arde
Y veo como todas mis ilusiones quema…
Todo se ha vuelto una queja… Un abismo,
Se ve la pena rodeando mi alma… Nada alumbra,
Dime tú, que eres tan Buena y estás conmigo,
¿Cómo la soledad se cura?
Dime tú que sabes de soledades
De hastío que cala hondo
Porque siempre veo en el fondo
Mi triste alma llorando y perdida.
Era a quién yo más quería,
Su amor sostenía los muros de mi mundo,
Se fue…¿Qué hacemos ahora?,
Se fue… Se fue… Como se me fue la aurora.
Siento tantas cosas aquí adentro,
Y el llanto me calla las palabras,
Me estoy ahogando con esta tormenta,
Se hunde toda mi illusion…Se perdió la calma.
Se fue… Se fue y no dijo adiós,
No me regaló el beso de la despedida,
Se fue… Hoy ya no regreso,
Y jamás regresará mientras yo viva.
No vi sus ojos negros y profundos,
No sé si lloro o se fue riendo,
No sé nada… No sé nada,
Sólo sé que no la tengo…
Esta noche está estrellada
Y ella no está conmigo
Yo la ame en noches como esta
Y lloro porque la he perdido.
La he perdido. Ya no es mía.
Mía como lo era antes.
Será de otro
Como cuando antes era mía.
Ya no veo sus lindos ojos,
Ya escucho su voz de melancolía,
Ya no sé que es lo que veo,
Ya no sé lo que mi oído escucha.
La quiero demasiado para dejarle de amar,
Pero esta noche está estrellada,
Y ella ya no está conmigo…
Ya no esta conmigo. Ya se olvido de mí,
Esta será la última poesía que le escribo,
Y el último reclamo que de mí ha de venir…