Acariciando mi cuerpo;
un escalofrío me invade,
creo que estoy soñando,
pero no advierto que sueño.
Mi lecho está desierto,
te busco y no apareces.
Las noches son frías,
solitarias, y sigo viviendo.
¿Dónde estás amor?
¿Dónde te has marchado,
que no te encuentro?
Me aflijo cuando no estás.
Mi corazón te necesita,
el tiempo pasa inexorable, lento.
Observo a mi alrededor,
no hay nada, sólo silencio.
No puedo decirte, la necesidad
que sigo soportando todavía,
y tú sigues ausente de mi reclamo
sin importarte mi desasosiego.
Espero y seguiré aguardando,
encerrada en mi soledad,
oyendo el latir de mi corazón
que continúa., amándote.