Te he visto jugar con las letras,
Y rimas muy bien conjugadas,
Pero si preguntas de mi poema,
Mujer que preguntas equivocada,
Debo ser confeso de una verdad,
Que aunque extraña es realidad,
El amor que hoy en mi encuentro,
Es de un aroma sin igual,
Pero como todo poeta,
Hablarlo no puedo y escribiendo será,
Para que quede claro y no halla confusión,
Quien escribe es poeta y en Argentina está,
El aroma que lo invade,
Del oeste no vendrá,
Hay macizos que le evitan a este llegar,
Sin embargo los aromas,
Que del norte se desprendían,
En mi calaron hondo,
Y a veces provocando agonía,
Al leer tus líricas,
Muchas veces no dormía,
Imaginaba tu vida,
Enredada con la mía,
Te soñaba en mi lecho,
Conjugando besos, caricias y armonía,
Pero todo era un sueño,
Que no soñaba pues no dormía,
Y como despierto te he soñado,
Sé que jamás serás mía,
Pero al menos en la distancia,
Quisiera ser tabla que salve tú vida,
Llenándola de emociones,
Risas y alegría,
Pero a tu aclaración debo remontarme,
Para que no te quede duda alguna,
Por ello debo confesarte,
Como mi alma se encuentra,
Y si preguntas que nombre,
En sus verticales se encuentra,
En acróstico sencillo,
Como sencillo y puro es el amor.
Tremendamente
Enamorado
Reconozco
Estarlo