Mi corazón, con amor en una se planta,
en la distancia la tengo presente,
cada mañana, es mi sol reluciente,
es la preciada perlas, oro y plata.
Su llegada curó de mi vida herida,
es remedio en mí derramada.
Encuentro en su hermosa mirada
seducción que entusiasma mi vida.
Las miradas en su rostro se detienen,
las franquezas unidas nos mantienen.
En distancia se funden nuestro deseo
entre los dos no existe sombra vacía.
Me conforta su cordialidad y cortesía
de las manos, en ilusiones me paseo.
Autor: Alcibiades Noceda Medina