Aquí estoy sentada
en el borde occipital del río donde fluyen mis palabras.
Sin ti galopa la nostalgia
como potro salvaje, inconcluso
cabalgando en medio de la ciudad.
Nadie me ve, ni adivina
como se me escapa el corazón
entre sistoles y diástoles.
Te busco, aunque sé
que no he de hallarte.
Que te has ido tan lejos,
en barcos, en galeones de sueños
hacia nuevas batallas
combatiendo viejos dragones,
donde el desamor no es la clave
del despamparo,sino esa desolación
íntrinseca que a veces, nos seca
la boca y proferimos un suspiro amargo.
Ya pasan como en cuenta gotas las horas,
llega el amanecer y oígo algún trino solitario. Me recuerda tu nombre mecido por las aras del viento,
y es allí en medio de la desolación
que me voy a dormir arropada por el manto de tu recuerdo.
¿Será porque ya te extraño?.