Una marea desborda alegría,
en luminosas sonrisas muy suaves,
como un perfume de verde ilusión.
Bajo la luna que viste de lino,
resopla el viento con fuerza a lo lejos,
en serenata que turba a las olas,
y a las estrellas en noches de paz.
Son cascabeles que vibran de dicha,
donde el ratón escarlata pregona,
a una amapola vestida de sol.
Y las gaviotas que trinan felices,
en rondas danzan a orillas del mar,
cuerpos celestes que brindan de gozo,
desde el más alto balcón del Señor.
En una luz que estremece la esencia,
vendrán mañana sus tiernos suspiros,
en una Cita que anuncia el e-mail.
Lupercio de Providencia