quiero decirte que tus ojos ya no me miran,
que los míos ya no han de buscarte
y no quieren voltear a mirarte;
que los brazos que nos unían
estan atados por otros lazos;
quiero decirte que el camino se ha hecho de piedra,
las paredes de la casa estan gastadas,
ha muerto hasta la hiedra;
que ya no quiero ní escribirte,
mi mente bloqueada no cuenta nada
y es difícil seguirte;
quiero darte un consejo
pero no encuentro, mujer, la desición,
de unos labios que solo te adornaban con flores
ahora te anuncian la retirada,
la cruél salida del amante que no quiere
y ve su alma perdida,
por causa de resignarse a perder
el sueño de su vida.