Martín, de peso ligero,
Sonrisa sin par, inocente.
De gusto me muero al verte,
Mirada de terciopelo.
Te acercas a la adolescencia.
Resbalan por ti las penas
Y aún no pierdes la inocencia.
No soy digno de obediencia.
Ni soñando los mejores sueños
Imaginé en ser tu padre.
Sin querer, que bien nacistes.
¡Prodigios de la Naturaleza¡
y ahora siento que te escapas,
que soy para ti un extraño.
Te acercas a los diez años
Y vas apartando la mala hierba.
Perdona si no te merezco.
Si no soy quien esperabas.
Pasó el tiempo de abrazarte.
Ahora, sin quererlo me alejo.
No necesitas consejos de viejo.
Saldrás con bien en la vida
tocado por tu Hada madrina.
Contigo hizo reflejo de maravillas.
Eres tranquilo velero, que nunca se crispa,
que no teme a la tormenta.
Serás niño ahora y con ochenta.
Si yo no te hice. ¿Quién fue el Artista?