Estampa femenil, en ti veo al mirarte,
también tienes perfecta figura de mujer,
siempre desean mis manos acariciarte,
para recordar melodías y coplas del ayer.
La noche soñolienta mantienes despierta,
desgranando tu dulce sonido al viento
pones mi pasión y alma al descubierta,
cuando me ves sumido en afligido tormento.
Tú sabes que soy peregrino de los llanos,
ansiosa me miras cual fuera mi amada,
deseosa que te acaricien mis manos,
cuando intuyes que mis horas son desoladas.
Guitarra tu sabes de todas mis penas,
mi sentir canto por tu boca de madera,
con arpegio suave vas migando mis condenas
primas y bordones alejan tristezas severas.
Calmar angustia, siempre es mejor contigo,
tus sonidos aminora la presión de mis sienes,
lo que no logro con las copas, en ti yo mitigo,
en coplas y sonoras cuerdas, mi tristeza se tiene.
Trinas como ave en la verja de mi amada,
gracia a ti, también recibo alabanzas y halagos,
de mi niña, a veces recibo besos en la madruga,
y tú miras, cómo me entrego al dulce descargo.
Autor: Alcibíades Noceda Medina