Estrella que dio luz a mi vida,
miel que endulzó mi querer,
madre por siempre querida,
amiga que tantos desean tener.
Recordar por siempre tu existencia
no acongoja mi fiel corazón,
henchido de amor en su esencia,
no clama a Dios ninguna razón.
Anhelando el convencimiento,
vivo con la profunda esperanza
que desde ese… tu momento
hubo paz celestial, sin añoranzas.
Te pienso en un hermoso jardín
junto al terruño que, en adiós, lloraste
entre claveles, rosas y un jazmín
con ángeles que jamás imaginaste.
Ruego a Dios que a mí permita
ver el final de obras que esperan,
para luego estar eternamente juntas
en un cielo azul sin vivir quimeras.
En adelante, no te escribiré más en versos,
Pues mis palabras serán un diálogo contigo
hace falta más que tu besos
el oír y hablar con un amigo.