Mi amado abuelo paterno era un hombre buscavida, que entendía de la vida. y pecaba de moderno llevando sombrero y terno. creía tener razón, incrédulo a la sazón tenía sesenta y siete, por primera vez se mete, en el cuerpo una inyección. Misericordia, farfulla, si solo hubiera pensado grande es vivir de prestado con la enfermera que arrulla, olvidada ya la pulla. lo acaricia un querubín si había enfermado al fin aquí contrajo la boca, giró la vista y enfoca la moza y estaba muerto. Claudio Batisti