La tristeza es una condición humana
que en la mayoría de las veces es falsa.
Así como amamos con una simple caricia
logramos sufrir con un mal entendido.
Así como podemos generar sueños y castillos
derrumbamos a veces la posibilidad de ser queridos.
Todo depende de nuestra actitud, de nuestro enfoque
debemos considerar que el final del sentir
es algo a lo que podemos, si queremos, concebir.
Cuando el amor de mis manos se escapa
me alegra verte amando, saber que me amas.
Tan sólo, por como miras y me dices que me quieres
y me quieres quizás para no sentirte sola
o tal vez para dar lo que ahora ya tienes
que es un corazón palpitante como el de olas
poseedor como el mar de lo que deseo
la sal, la arena, tu vista, el agua tu piel, tu amor
tus piernas, muslos, tu sonrisa y tantas cosas
que con tan sólo recordarte, nace el amor
Muchas veces me preguntas por qué una y otra
cada vez que voy y escribo te comparo al mar.
El vaivén de amor, lo sutil de cuerpos que se mecen
entregados y fundidos en el abrazo totalitario
capaz de otorgar ese complemento de oxigeno
la respuesta de la naturaleza a mis deseos
la humedad que me hace sentir vivo
el agua que roza y acaricia mis sentidos
el cálido ambiente recreado de antes de vivo
en el que la seguridad era el tema natural.
En el agua se vive, al hacerlo, me haces mucha falta
como en este preciso momento, mucho más
y sin motivos, sé que hoy mas que otros días
no por ti sino por mi, por un poco de pasión
de ese alguien que venga a mí y que me quiera.
Ahora es tarde la noche se ha agotado, saldrá el sol
sabes que te quiero, te amo con todo mi ser, todo yo
con mi cuerpo, alma, con todo el entendimiento
que conozco posible, ya lo dije, eres todo para mí.
¿Sabes¿ Siento tu presencia con las fotos de la sala
las que están a mi alrededor, en la biblioteca
no imaginas, ellas despiertan mis más reales sueños
y cuando paseo las sigo viendo en el dormitorio
camino unos pasos y éstas me decoran por todos lados
tu presencia, con ella, te siento, palpo, te obtengo
entonces, me llega el sabor a los labios, a mi piel
a mi mente, me excitas, se me eriza la piel y duermo
saboreando el placer del ayer, el gusto del mañana
un sueño que he visto crecer y que genera ganas
me doy plena cuenta que la felicidad es mía si quiero
samuel akinin levy