Muchas noches en mi soledad, entre mis sueños y fantasías.
Tu imagen rondaba mi pensamiento y perturbaba mi corazón.
Sentía tu presencia, aun cuando entre mis sueños vivías.
El día que te conocí y pude tocar tu piel,
Sentir el calor de tus besos en mis labios,
El aliento de tu boca y mi nombre en tu voz.
Ese día mi corazón grito de alegría,
Desbordo el amor tanto tiempo cautivo.
Sin embargo al paso del tiempo,
La chispa que nos unió y llego a ser una llamarada,
Poco a poco se a ido apagando.
Solo nos quedan los recuerdos, nuestras fantasías,
Nuestros anhelos y nuestros retoños.
Las raíces que formamos, que siguen nuestros sueños,
A través de los de ellos.
La llama se ha vuelto una pequeña chispa de nuevo,
Sin embargo la llama seguirá eterna,
En cada uno de nuestros corazones,
Aun cuando ya no pueda escuchar en tu voz,
Un te quiero.