Te vi llegar,
Iluminaste el ambiente tenue que existía,
Y tú alegría llenó de ganas
La pereza inmensa que me poseía...
Entraste firme,
Y mi presencia te robó una sonrisa,
Miraste al frente y viste el destello
Que tú luz radiante me envolvía...
Seguí observándote,
Y el futuro lo vi en ese momento,
Y con tú voz congelaste el sueño
Que en ese instante nacería...
Te quedaste cerca,
Y mi corazón impidió que te alejaras,
Lo dejaste anclado a tú inocencia
Y a la encantadora luz de tú mirada...
Pero hoy te marchas,
Y tú adiós quema como una hoguera,
Y dejas libre esta alma en pena
Que aún se amarra a tus cadenas...
Te vi partir,
Pero vivirás en el recuerdo,
Y no morirá este hermoso sueño
De poder un día ser tú dueño...
Sabiendo que aún por ti me muero...
Por: Alvaro Esparragoza Mejía
(Vary Eugenio Celestial - VEC)