Oíd mortales, el grito sagrado
que Argentina está presente
y con la mano de dios a nuestro lado.
Mirad y flamead nuestra bandera
iluminada por el fuego de libertad,
siente el celeste y blanco.
Respirad y conservad el aire
por el que siempre sufrimos tanto
Argentina querida, hoy lloro con tu llanto.
Luego descasad y mirad al cielo
sentirás entre las venas la pasión
de nuestra tierra, nuestra nación, nuestros pasos.
Y ahora reíd y cantad conmigo
libertad, libertad, libertad
Argentino querido, mi hermano, mi amigo.