En Tus manos lastimadas en la cruz,
pongo mi esperanza, Señor.
Es todo lo que quiero,
Si tengo tu amor, lo demás me sobra.
En Tu costado abierto
quieres que ponga mis dedos
cuando la duda me asalta
ó se enfría mi fé.
Si por ingenuidad, ceguera espiritual,
ó tal vez estupidez, me alejo,
dejándome envolver,
llámame otra vez.
Un abrazo como el Tuyo,
no tendré jamás.
Un amor tan grande,
nó podré encontrar.
En Tus brazos me refugio,
pido misericordia,
paz para la humanidad.
Mírala, tan sufrida,también tan cruel.
Continúa siendo igual que entonces,
mas yó sé, que desde Tu gran amor,
setenta veces siete,
nos perdonas otra vez.