The dog of war, Pink Floyd, suena en mi alma, fui un perro de la guerra, un soldado de latitudes impensadas, un baluarte de vanguardia en el peso de la militancia introspectiva, un diamante en bruto de un suceso inesperado, la mancha de sangre en este domingo de hastío y prepotencia, un simbolo de la alicaída prestación setentista, el recado de unos cuantos, las saudades de unos ojos verdes mancillados por el horror y por la dinastía de los esteparios de siempre, the dog of war llegará el suicidio de mis inescrupulosas vertientes de odios y placeres mundanos, fui un perro de guerra y hoy, domingo. gris y ausente, me libero de la paz interior, busco mi destino, donde el diablo proteja mis pensamientos de ideales rotos.