Las penas con pan son buenas,
dice un antiguo refrán,
mas yo les digo,
que mis penas
no se pueden aliviar,
son desde hace tiempo
un malestar infernal,
y yo, como un chiquillo,
por dentro me pongo a llorar.
Son amores del tiempo,
dice la gente mayor,
más yo los contemplo
y les digo,
no se trata de amor.
Problemas los tenemos todos,
dice la gente en tono burlón,
y yo les respondo…
mis problemas… no son del montón,
son algo más que problemas,
son angustias del corazón,
son cosas que ni yo entiendo,
más me queman por dentro
como cualquier otro dolor,
es pensar en el futuro
y por ese futuro
perder la razón,
es pensar en mis niñas
y en un ambiente aterrador,
es pensar en este mundo
que no tiene compasión,
ese… ese es mi dolor.