No esta la clave en circuitos de la ciencia
ni la acecha o expone el cristal de religiones
que prefiguran en Dios la mutación de dones,
y están ajenas a la expansión de la conciencia
Mentes febriles, distantes de gélidas estrellas que ya no están y aun así marcan el abismo,
en la constelación del yo, que ya no será el mismo
cuando vislumbre del primer Dios, certeras huellas.
En tiempo de finitud de las imprecisiones
de origen, propósito, futuro y aun destino,
los seres por venir serán todos extraños
La evolución insensible mostrará otros dones
todo lo conocido se perderá en el camino,
no habrá mas formulación del tiempo en años.