Bella y atrevida, tu rostro me lleno de encanto
cuando al mirar de frente, tus ojos me decían tanto,
cautiva y rebelde, quise que el tiempo se detuviese
para seguir viendo tú gran encanto,
no hubo palabras, no, todo fue sorpresa para ambos,
cuando cara a cara y sin decir nada, nos dijimos mucho.
Me miraste con dulzura y arrebato, me hiciste sentir
hombre… y desee besar tus labios, tomar tus manos
y sentir tus dedos acariciando mis brazos, mas no hice
nada, me quede parado, sin palabras me dejo tu hermosura
y no pude, me gano el pasmo.
Fue corto el tiempo en que mis ojos se deleitaron,
y cual fantasma vienes, a hacer reminiscencia de hace
un año, en un pueblo de Minessota, cuando te conocí
al hacer un alto.
Me fui pensando en el camino, tu rostro se quedo clavado,
y ahora… no hago mas que recordar tus bellos ojos
y escribir estos versos para la que por cinco minutos…
me hiciera soñar tanto y tanto.
Fuiste como el viento, que llega y se aleja
sin dejar rastro, cuando este pasa, se siente
solo la brisa, la escencia de un encanto, y mira…
tu mirada, tu rostro y tus ojos
los recuerdo aun… con la magia
de un nostálgico y hermoso hallazgo.