Era un hombre simple, con una vida comun y sencilla, como tantos otros. Sin embargo, capaz de crear mundos nuevos en un instante tan solo valiendose de su voz, de su sonrisa.
Era un hombre como tantos otros, pero sabia acunar con la mirada. Lograba que existiera un ruego silencioso, que nunca me falten esos ojos.
Era un hombre con avatares, como todos.
Sin embargo, sabia extender su mano en la distancia como ninguno, y hacer sentir su caricia tierna y segura en el aire.Aniquilando tristezas y temores.
Era un hombre tan igual a tantos otros, pero al tenerlo cerca era, es, celebracion, fiesta infinita de los sentidos, abrazos desde el alma.
Caminando juntos, queriendonos, riendonos, llorando, comprendi verdaderamente el anhelo de la palabra siempre.
Era un hombre comun, pero insustituible en las batallas y alegrias diarias.
Ya no recuerdo cuando se volvio mi padre, mi mejor amigo, mi hermano.
Era un hombre comun, sin embargo absolutamente nada seria lo mismo sin él.