Si un día,
por casualidades de la vida,
te la encuentras por la calle,
se acerca a ti,
y te dijere unas palabras,
dila que ya no pienso en ella,
que nada ya siento por ella,
que poco a poco,
la estoy olvidando.
Dila que me has visto contento y feliz,
que me has visto sonriendo,
como hace ¡ mucho!, ¡ mucho
tiempo antes nunca me vistes!;
dila que mi corazón,
poco a poco,
la esta olvidando,
y que poco a poco,
estoy olvidando todo el mal
que me hizo.
Dila que mis noches
ya no son tan largas y frías,
dila que otra me acompaña,
y que esa otra,
es ahora la dueña de mi corazón,
dila que ahora ella,
es la niña de mis ojos,
y la que con su amor y cariño,
me esta haciendo olvidar
todo el mal,
y todo el daño
que ella me hizo,
y hasta miéntela,
miéntela un poco si quieres,
pero no se te olvide darla las gracias,
por haberme hecho tanto daño,
y dila que la perdono,
porque el que no sufre no ama,
y el que no ama no aprende,
y nunca podrá saber lo que es el amor.
Fernando Pérez Rodríguez