Arden justamente necesarios
recuerdos que de noche eran hoguera,
arden, pues de ellos, mi pasión...
se vuela caprichoso hasta tus caderas.
Como sirena que sobre el mar dibuja
los anhelos de los ojos, puestos a temblar,
cuando te ven, desnuda en mis manos...
como rosa descubierta al temblar.
Mas no sabes alejarte de mis brazos
que te moldan en la cama por entera,
mas no sabes que son fuerte nuestros lazos
que acaban en la silueta de tu piel verdadera.
Somos fuego que emanan nuestros pechos
en dédalos y suspiros en la cama,
somos sonrisas coquetonas en acechos
que se anhela, que se quiere, que se ama.
EstertoR de AmoR
Setiembre - 2006