Una vez mas me duermo solitario,
abrazado a la promesa que rompiste de nuevo.
Me acuno en el regazo de la ilusión perdida,
y reniego de no acostumbrarme a tu juego.
¿ Como es que yo aun no logro meterme en la cabeza,
que tu solo vendrás cuando te sientas sola ?
Te diviertes conmigo, como lo hace la ola,
vienes, besas mi playa y en seguida te alejas.
Si tan solo te ahorráras el placer de decirme,
que esta noche vendrás a quedarte conmigo,
no habría desilusiones que acaben por herirme,
me propongo no creerte, pero no lo consigo.
Y el dolor se repite, y se repite el llanto.
Y reclamo a mi pecho por adorarte tanto.
Por aceptar tu juego que te llena de orgullo,
y el no poder negarte que sigo siendo tuyo.
Y hoy comienzo a la espera de una nueva promesa,
la cual no tengo duda, voy a creer otra vez.
Esta ocasión espero soportar a pie firme,
el golpe de otra ausencia que me dará un revés,
intento poco a poco lograr acostumbrarme,
que pueda aprender algo o deje de doler.