Ya nada me alegra,
ni tus cambios de tema,
ni tu sonrisa,
ni si quiera tu propia felicidad.
Estoy mal,
porque ya no estas a mi lado,
porque ya mi corazón no te alberga,
y el tuyo ya se ha olvidado
de ese irremediable amor que sentía,
y ya no siente por mí.
¿Quién me podrá orientar?
Si mi corazón está ciego,
y tú que eras el que me guiaba,
te has cegado también.
Sabes, aún yo sigo sin entender
porqué existe el amor,
y por qué la felicidad
que más se sufre,
es el amor.
Estoy mal,
nada me consuela,
solo mi alma
y está ciega.