Ayer, eras mi sueño lejano…
hoy eres mi realidad y estás aquí,
te tengo con todas tus virtudes, miles
Y por uno solo de tus defectos,
aún siendo pocos,
echo al olvido lo maravilloso
de nuestros momentos de sosiego,
nuestros sentires, pesares, alegrías
y como un cobarde, en huida inútil,
y de un tajo deshago nuestros sueños.
Al estar lejos de tu respirar,
su sonido pausado
extraño a todo momento,
y aún más cobarde.
en mi desespero inmenso
vuelvo a tu lado
y pretendo con un perdóname
tirar al olvido tu sufrimiento,
tu amargura, tu tristeza
y tú… altiva y generosa,
con el pudor de mujer enamorada,
en vez de castigo… solo exclamas…
¡PIENSA EN LOS DOS Y DA FELICIDAD!.
y nuestros cuerpos vuelven a tener,
embriagados en placer intenso…
¡Ese amor, esa pasión que los sostiene!.
ANTE ESTE RUEGO
Ahora te pide ayuda, tal ves sin merecerlo
y ya cansado de torpezas,
este corazón enamorado…
¡Abrázalo!. tenlo en tus manos
y siempre llénalo de amor,
de ternura…
este hombre irrazonable
toda su vida lo ha buscado…
tanto… que al tenerlo en ti…
no comprende que es nuestro único
y verdadero sueño…
que somos, sedientos, de cada uno
¡la paz que nuestro fiel vivir anhela!.
Ponme ante este ruego,
sin ocultar tu dolor,
cada que mi cobarde actuar
estalle nuestros corazones en pedazos
y con amor y ternura
vence este orgullo y altivez,
sin motivo ante ti asumidos
y construye firme
tu felicidad en este hombre.