OH divina lluvia, que caes sin cesar y arrastras por instantes, mi amargo dolor. Yo te pido a ti, con gran fuerza un deseo, uno solo, te lo pido desde el alma, que te lleves de aquí, todo este odio que tengo. A ti te clamo Desde lo más oculto de mi alma Que te lleves esta rabia, Que lentamente y con mucho tormento, Me bloquea, Te suplico dulce lluvia Arranca de mi alma, ya rota por la soledad este dolor y esta rabia, que me consume. OH divina lluvia, Yo, te lo suplico, Que acudas a esta llamada, Esta, llamada de desespero, Y arranca, mi alma, Para así después, Devolvérmela sin heridas.