Posado sobre el espejo del lago,
Danza gallardo sobre el agua
quieta y transparente,
cual cristal plateado.
Enhiesto su cuello de seda,
con plumones tornasolados.
Sutil, distinguido, grácil y elegante,
cual bailarina que se desliza
en un escenario.
Rotando y floreando,
como un pétalo sobre la superficie,
formando anillos análogos a hélices
que sostienen su esbelta figura…
Son tan delicados y sublimes sus desplazamientos,
Que inspiran amplias cadencias de clarividencia…
Con el lago enmarcado
por vástagos de árboles
que apenas restriegan el agua,
dando un marco verdosos
¡Ah su estampa!
¡Cuántos hechizos envuelven su floreo!
En esa plenitud casi perfecta,
donde la música es colocada por mi imaginación…
Gira y gira…
Por momentos su cuello se vuelca,
saciando su sed:
hundiendo su pico en el fresco líquido
como haciendo reverencias;
ante un público quimérico
arrobada con su presencia
El Creador me ha dado la gallardía
de poder observar esta infinita maravilla
que cubre mis pupilas,
como un estímulo envolvente,
que deleita mi inventiva.
Y me transporta por lo etéreo
de una visión inigualable… Mecha Foderé