He visto crecer a la ciudad impía,
con su amor y crueldad, sentimientos y dolor,
su metafísica, sus ilustres profetas, sabios del amor,
historias de nostalgia, corazones andantes, soñadores de día.
En un café, sito en los bellos arrabales,
se encuentra la sabiduría, el amor sin dolor,
la belleza de los versos, el sentir de la vida,
la ciudad perdida, la poesía divina, los sonetos del adiós.
No importa si me hieren, mi ventura o desventura,
mi alimento son mis versos, el amor es mi locura,
es sigilo de los libros, es la brújula de mis sueños,
la soledad es mi amiga, y por nombre, llevo al silencio.
En un café, en los bellos arrabales,
siempre estará la esencia del amor…
J.M.P.Poeta
24-04-06