Anochece, vuelven las sombras,
Y en la oscuridad de la noche,
Me pregunto si podré contarte,
A la luz de la tenue vela,
Y con la verdad como estandarte,
Las razones por las que ahora mismo,
Mi corazón vive, late...
Querido Diario:
- Podré versar nefandas poesías,
Podré escribir poemas,
Podré cantarle mis más dulces liras,
O contarle en la noche mil cuentos de fantasías...
Pero no será, más que de nuevo,
Simple palabrería...
La verdadera poesía,
Es sentirle a mi lado cada día,
Es sentir el calor en mis mejillas,
Al ver, y contemplar,
Que es él lo único que para mi brilla...
Es descubrir en la brisa,
Su voz cantarme en melodía,
Es ver en cada atisbo de luz,
Que desprenden los rayos de un nuevo día,
La sonrisa de la vida...
Es poder gritar en suspiros,
Ahora, en la oscuridad,
Que puedo al fin volar,
Que las alas que cortó el destino sin piedad,
Se han vuelto a recrear...
Que poesía es soñar cada noche,
Que roza mis labios,
Que besa mi frente,
Que me mira y me hace sentir diferente...
Es imaginar un nuevo Mundo...
NUESTRO Mundo...
Solos, los dos,
Sin distancias, sin golpes,
Sin miedos, sin dolores...
Que poesía es que sea tan grande nuestro amor,
Que despierta o dormida,
Con el sueñe yo...
¿Y sabes Diario, lo que mi corazón un día soñó?
Que acariciaba su mejilla,
Y le susurraba, sin mentira:
"Poesía, mi vida, somos los dos" -
Y en la noche, la vela soplo,
Pero permanece encendida,
Porque es, cariño,
La vela de nuestro amor,
La que en la noche y el día,
Eternamente, en silencio...
Brillará, brilla, y brilló...